PENSAMIENTOS AL DESPERTAR

Un nuevo día acontece. Despierto y parece que mi cuerpo ha estado sometido a una brutal paliza. Me duelen los 157 centimetros que poseo. No sólo es dolor lo que siento. Viene acompañado de un profundo malestar, una sensación de estar y no, un aturdimiento. Hoy vuelve. Ayer y antes de ayer ya se hizo notar. Es ese fantasma que me acompaña desde hace ya tantos años. Al que no me acostumbro a pesar de vivir en mi. El rostro vuelve a estar sombrío y triste contemplando cómo pasan los días preguntandome qué sentido tiene todo esto. Me aferro a los momentos felices, en esos en los que vuelvo a ser una mujer y no un fantasma. Intento engañar a la mente, pero ella es más inteligente y sabe que ocurre.

Jodido es vivir así, aunque realmente no sé que está ocurriendo en el Universo que las cosas no suceden como uno quisiera. Me avisan que mi padre está nuevamente enfermo. Y en verdad quisiera se fuera, no es un deseo motivado por rencor, todo lo contrario: vive enfermo y enferma a los que a su alrededor se encuentran. Es un anciano prematuro a sus 75 años al no gozar de salud y sobrarle mal carácter.

Mi ex marido sin papeles, también está enfermo. No puede mover las piernas y lleva tumbado en la cama varios días preso de dolores.....

Dolor, dolor, dolor..... como que de repente mi mundo se llena de dolor. Al menos parte de mi mundo. Crisis ecónomica, física, emocional. Días grises, negros y nubarrones en el cielo.

Comienzo a estar cansada.... muy cansada... Hoy, domingo de mierda, presiento otra batalla, un día más, contra la fibromialgia. Y ya estoy cansada de luchar. Habrá que engañar al cerebro con una sonrisa....